Cómo mantener aire acondicionado del coche

Mantener el aire acondicionado en buen estado es imprescindible, no solamente para no asarnos en el coche, sino porque también influye en el consumo de combustible.

Cómo suele pasarnos, sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, y cuando entra el verano es cuando nos preocupamos de revisar el aire acondicionado. Aunque este mantenimiento lo deberíamos llevar a cabo durante todo el año, más vale tarde que nunca. Os damos unos consejos para tener el aire del coche a punto.

Mantenimiento del aire acondicionado

Encender el aire del coche

Aunque no lo necesitemos, aproximadamente una vez al mes o cada dos meses, debemos encender el aire unos minutos para que el circuito se lubrique y los conductos no se resequen.

Filtro del aire

Sirve para filtrar el aire, polen y las partículas de combustible, por lo que un filtro sucio no sólo provocará malos olores, sino que además tiene consecuencias directas sobre nuestra salud. El filtro se debe mantener limpio: lo ideal es eliminar el polvo con un aspirador. Se debe cambiar el filtro regularmente, según las indicaciones del fabricante (normalmente una vez al año o cada 15.000km).

Carga del gas refrigerante

Normalmente podemos darnos cuenta de que debemos reponer la carga del gas de aire acondicionado porque notamos que ya no enfría como debería. Si tienes las herramientas o vas a algún centro especializado, puedes realizar esta operación tu mismo, sino deberás llevar el coche a un taller.

Si después de llenar la carga de líquido refrigerante detectamos que el aire acondicionado sigue sin llegar a su capacidad habitual, seguramente existe una fuga, por lo que deberemos llevar el coche al taller.

Recomendaciones sobre el uso del aire acondicionado

• No uséis el aire acondicionado con las ventanillas bajadas. Si habéis dejado el coche  aparcado al sol, dejad que se ventile un poco dejando que entre el aire de la calle antes de encender el aire acondicionado.
• Desconectad el aire acondicionado antes de apagar el motor. De esta manera se evitar forzar el compresor.
• Es mejor no poner el aire a la máxima potencia, en la medida de lo posible, y si lo hacéis, evitar tenerlo en esa posición mucho tiempo.
• La temperatura recomendada es entre 22 y 24 grados.